Te vamos a contar las claves que tienes que saber para cuidar la ropa de cama y que dure todo el tiempo que tú consideres justo.
Haz el recuento de ropa
Quizás compraste o te regalaron varios juegos de sábanas hace años y ni siquiera sepas bien dónde están. Busca y cataloga todos los juegos de sábanas, colchas, edredones o mantas que tengas. Así sabrás lo que tienes (y lo que necesitas).
Ahora:
- Separa por orden todas ellas y elige aquellas que estén en mal estado, viejas o desgastadas. Tomate tu tiempo para ello. Y que no te apene, simplemente, déjalas ir. No tienes por qué tirarlas, puedes usarlas para mil y un inventos como trapos, tela para disfraces e incluso manualidades. Otra opción es donarlas. Quizás lo que a ti te parezca viejo, a otra persona le parece un regalo.
- Ahora que sabes lo que tienes y necesitas, elige aquellas que te hagan sentir cómoda. No es necesario tener mucha ropa textil acumulada en el armario. En este aspecto es mejor calidad que cantidad.
Si tienes que comprar algún juego de sábanas, algún nórdico o alguna funda y tienes dudas, recuerda: el algodón siempre es la respuesta acertada. A mayor número de hilos, más resistentes serán.
¿Cómo lavarlas?
En relación con las sábanas, se recomienda lavarlas una vez a la semana y la forma va a depender del tejido. No obstante, si buscas acabar con los posibles (y seguros) ácaros que hay en tu ropa de cama, recuerda lavarlas a temperatura alta.
Las colchas no necesitan tantos lavados como este tipo de elementos. Eso sí, no olvides que tanto los nórdicos como las mantas o cualquier elemento similar, debe ventilarse de manera correcta todos los días.
Una vez lavada y seca este tipo de ropa textil, no olvides guardarla de manera correcta, si no, además de arrugarse, puede estropearse. Por ejemplo, si vives en un sitio donde haya demasiada humedad, puede germinar moho en caso de no estar en el lugar correcto. Para evitar que esto ocurra puedes usar deshumidificadores o bolsas contra la humedad.
A la hora de secarlas…
Una vez que hayas lavado las sábanas recuerda tenderlas sin mucha demora. Evita en la medida de lo posible que pase demasiado tiempo, pues conseguirás menos arrugas y una mejor ventilación. En caso de que las sábanas sean de color, evita tenderlas al sol para que no pierdan su tonalidad.
Y si eres de esas personas a las que no les gusta ver ni una sola arruga y las plancha, aprovecha para hacerlo cuando estén todavía húmedas. Así te será mucho más sencillo.
En cualquier caso, a la hora de plancharlas debes recordar el tejido con el que trabajas: algodón o lino, temperaturas altas; seda o sintéticos, temperaturas bajas.
¿Cómo doblarlas correctamente?
Doblar sábanas es una tarea sencilla, pero que requiere algo de práctica. La clave para doblar bien las sábanas es asegurarse de que se encuentren lo más llanas posible. Lo primero que debes hacer es extender la sábana en una superficie plana. Después, inspecciona la sábana para asegurarte de que no haya arrugas o pliegues.
A continuación, doble la sábana por la mitad. Pon las esquinas de la mitad inferior de la sábana sobre la mitad superior. Después, dobla un costado sobre el otro para formar un rectángulo. Coloca una mano en el centro de la sábana para mantener la forma en cuadrado. Y para acabar dobla la sábana otra vez por la mitad para asegurarte de que tenga el tamaño correcto para guardarla donde necesites.
Con unos cuidados mínimos por tu parte puedes hacer que tu ropa de cama dure mucho más tiempo. Por nuestra parte, te ofrecemos la calidad asegurada para ello. Consulta nuestro catálogo y déjate sorprender.