Mantener una buena higiene en el hogar es clave para nuestra salud, pero saber qué limpiar, cada cuánto tiempo y hacerlo puede ser una tarea bastante tediosa. Además, cuando pensamos en limpiar el hogar tendemos a centrarnos en los muebles y piezas de decoración, dejando en un segundo plano los textiles, que también son fundamentales. Es por esto que en el post de hoy queremos centrarnos en la ropa de cama de tu hogar. Mantener una cama limpia y ordenada será más fácil que nunca.
¿Cuándo debo cambiar la ropa de cama en mi hogar?
Todos los días es igual. Te levantas, te aseas y cuando desayunas, te diriges a tu habitación para hacer la cama.
En estos momentos es normal que te asalten ciertas dudas… ¿Cambio las sábanas o espero unos días? Pues bien, según los estudios pasamos unas 60 horas de media en la cama a lo largo de una semana. Es en este período cuando nuestro cuerpo expulsa sustancias como células muertas o sudor, que quedan en las sábanas para acostarnos sobre ellas a la siguiente noche. ¿No suena muy confortable verdad?
De ahí la importancia de cambiar las sábanas, cobertores y edredones con cierta frecuencia. Pero, ¿cómo saber cuál es la recomendada?
Los expertos aconsejan cambiar la ropa de cama, al menos, una vez a la semana. Aunque esta frecuencia siempre depende de cada persona y otros factores como puede ser la época del año o la localización. Si, por ejemplo, es verano o vives en un lugar de mucho calor, se recomienda cambiarlas dos veces por semana.
Y si es un bebé… ¿Cuándo debo hacerlo?
Los bebés necesitan una dosis extra de protección y mimos, muchos mimos.
Para que descansen y puedan conciliar mejor el sueño se recomienda cambiar las sábanas de bebé dos o tres veces por semana. Eso sin contar con que el bebé no las ensucie.
Los recién nacidos, sobre todo, suelen tener escapes y manchan las sábanas con frecuencia. Si es así, es importante cambiarlas de inmediato ya que los gérmenes pueden acumularse, además de impedir un buen descanso.
También es importante que cuides con qué tipo de detergente lavar la ropa de su cuna. Usa detergentes especiales para pieles delicadas y, si es ecológico, mucho mejor. De esta manera evitarás que la piel del bebé pueda dañarse por agentes químicos.
Limpia las sábanas de tu cama con eficacia
Cuando cambies las sábanas sucias es importante lavarlas correctamente para eliminar toda la suciedad. Por lo que antes de meter las sábanas, lee las instrucciones de lavado que recomienda cada fabricante. Dependiendo del tipo de tejido se deberá usar uno u otro tipo de lavado.
Eso es importante para no dañarlas y poder seguir usándolas por mucho tiempo.
Por otro lado, si tienes que comprar sábanas nuevas, es mejor que elijas sábanas de algodón. En nuestra sección especializada podrás encontrar una gran variedad de sábanas de algodón de diferentes diseños y tamaños.
Normalmente casi todas las sábanas de algodón resisten programas intensos. Lo mejor es usar una temperatura mínima de 60º para acabar con todos los gérmenes y bacterias.
En el caso de la ropa de cama de bebé es mejor lavarlas a mano antes para quitar posibles manchas.. Después puedes optar por un programa intenso en la lavadora de al menos 50º. Si usas una temperatura menor, no conseguirás quitar bien los microbios.
La importancia de la ventilación
Con la pandemia vivida todos hemos sido conscientes de la importancia de ventilar espacios para evitar que se acumulen virus y bacterias.
El calor y la humedad hacen que haya más virus y hongos, por lo que ventilar las sábanas es fundamental en el día a día.
Abre tu cama, estira bien las sábanas para que se aireen durante al menos 14 o 20 minutos. Además es importante que limpies el colchón de manera periódica.
El edredón o la colcha: ¿También hay que lavarlos?
Aunque este tipo de tejido suele ser más grueso y no requiere tantos lavados es importante que lo dejes airear al igual que el resto de las sábanas todos los días.
Dale la vuelta para que la cara que queda en el interior se ventile fácilmente.
Si usas un edredón nórdico con funda es importante que la laves una vez a la semana, como las sábanas.
Si usas una colcha únicamente para decorar la habitación y la retiras para dormir bastará con sacudirla a diario para eliminar los restos de suciedad y lavarla un par de veces al año.
Ahora ya sabes cómo y cuándo debes lavar y cambiar tu ropa de cama. Si buscas un nuevo conjunto de sábanas para este otoño, visita nuestra sección de ropa de cama y elige el estilo que mejor encaje con tu hogar.