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Ropa de cama que mejorará tu descanso

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La mejor ropa de cama para mantener el calor


Si hay un terreno en el que la ropa de cama ha evolucionado mucho este es el de las sábanas térmicas. En los últimos años se ha trabajado mucho en la fabricación de tejidos capaces de dar el máximo de calor y suavidad, además de ser muy transpirables.

Las sábanas de coralina, sedalina y similares son lo último en este tipo de sábanas. Su grosor, su suavidad y sus cualidades hacen que la cama esté caliente desde el primer momento, al contrario de lo que pasaba antes que había que calentarla con el calor del cuerpo. Gracias a esto, meterse en cama es muy agradable independientemente de la temperatura del exterior, incluso para los que se resisten a los pijamas durante todo el año.

Las mantas, los rellenos nórdicos o las colchas guateadas son también fundamentales durante el invierno. Ofrecen una gran variedad de opciones para que todo el mundo pueda tener una cama cálida y agradable, pero con el estilo que más le gusta.

El frío en la cama no solo impide el correcto descanso, sino que puede ser causa de contracturas musculares ya que cuando alguien siente frío tiende a encogerse de manera instintiva, haciendo que la musculatura y los huesos se resientan.

La ropa de cama más adecuada para el verano

En verano priman los tejidos frescos y que permitan la transpiración. Esto es importante porque con el calor todos acabamos sudando más y si las sábanas no transpiran como es debido la cama acabará acumulando humedad y dejará de ser confortable.

Los tenidos naturales son los más adecuados para que se pueda dormir fresco y seco durante los días de más calor. El algodón cien por cien es un buen ejemplo de un tejido que permite un buen descanso durante el verano. El percal, que también es algodón cien por cien, es otra opción para el verano pero tiene el inconveniente de que se arruga mucho y es complicado de planchar, por lo que cada vez se va usando menos.

Es importante tener en cuenta que aunque las sábanas son el elemento más importante porque está tocando directamente la piel, si dormimos con colcha esta también debe de ser de tejido natural, ya que si usamos una colcha sintética que no transpire bien puede crear un efecto sauna muy incómodo en cama y que hará que no se descanse todo lo bien que se debería.

El peso en la cama

Las personas son muy diferentes entre sí también a la hora de dormir. La mayoría no soportan el peso en la cama porque quieren poder moverse con tranquilidad y sin verse limitados. Por eso, los rellenos nórdicos han triunfado en todo el mundo ya que ofrecen calor sin oprimir. Su capacidad de calor no se basa solo en el gramaje del edredón, sino también en la calidad del relleno sintético o en el tipo de plumas que se empleen. A veces, uno más ligero puede dar mucho más calor que otro más pesado.

No obstante, hay quienes necesitan sentir peso para percibir la sensación de calor. Si la ropa es ligera no se sienten bien arropados. Para estas personas las mantas tradicionales son la mejor opción, aunque hay que tener en cuenta que la mayoría de mantas, incluso las de lana, son más ligeras que antes ya que todas las investigaciones y avances en tejidos están encaminadas, precisamente, a reducir peso y a ganar suavidad en estas prendas.

A pesar de esto, muchas personas realmente frioleras que siempre han querido peso en la cama acaban claudicando cuando prueban un relleno nórdico de calidad y descubren que es imposible sentir frío con él.

La importancia de las almohadas

Las almohadas son realmente importantes para conseguir un buen descanso. Escoge materiales que sean de calidad y que se adapten bien a tu cuerpo y a la manera en la que duermes. La posición es muy importante, ya que no es lo mismo dormir boca arriba, que hace necesario una buena sujección en el cuello que boca abajo, cuando ni tan siquiera es necesaria una almohada o se debe de usar una muy fina.

Los materiales son básicos, una almohada viscoelástica se adapta al peso de la persona y cede a la presión, sujetando sin resultar demasiado rígida. Si se usa una excesivamente blanda es fácil que se acabe en una mala postura que puede causar dolores en el cuello, en las cervicales y en los músculos de los hombros.

Cuando no se duerme en la postura correcta, al día siguiente duele la cabeza, se siente cansancio y es como si no se hubiera descansado en absoluto. Sin embargo, muchas personas invierten dinero en el colchón y descuidan la almohada, cuando una cosa sin la otra no es suficiente.

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