Muchas personas aprovechan el año nuevo para hacer limpieza general en sus hogares, es una tradición que está basada en las antiguas creencias de renovación y comienzo de un ciclo. Se tira todo aquello que no vale o que trae malos recuerdos, sustituyéndolo por cosas nuevas que nos permiten recomenzar en cierta manera.
Por eso, enero es el mes perfecto para hacer revisión de armarios y ver qué ropa de cama puedes retirar, porque ya sea vieja o porque está muy pasada de moda. Una vez que vemos qué es lo que queda, se puede hacer la lista de la compra para comenzar con el proceso de renovación de armarios.
Como diría Marie Kondo, la mejor forma de empezar es vaciando el armario de la ropa de cama, limpiándolo y, a continuación, examinando cada pieza y valorando cuidadosamente si debe volver a su lugar o si, por el contrario, la dejamos en la bolsa de las donaciones o, directamente, en la de la basura.
Hay que mirar ya hacia la primavera
Puede parecer que la primavera y el calor del verano, todavía están lejos, pero no lo están tanto, y en algunos meses, necesitarás la ropa de cama más ligera. ¿Tienes en tu armario suficientes cosas para superar la primavera y el posterior verano? Seguro que hay piezas textiles que no te vendría mal renovar. ¿Qué te parecería comprar una preciosa colcha bouti aprovechando la renovación de año nuevo?
Algún juego de sábanas de algodón, más frescas, serán perfectas para tu hogar, así el calor no te va a pillar por sorpresa, sino con la cómoda bien surtida de ropa de cama lista para ser estrenada y disfrutarla cuando llegue el buen tiempo.
Una de las tendencias para la primavera serán los tonos pastel, por eso te aconsejamos que compres ropa de cama en tonos pastel. En cualquier caso, estos tonos siempre son tendencia para el dormitorio.
Pero sin olvidar que todavía es invierno
Ciertamente, aunque el buen tiempo está cerca, todavía queda pasar el invierno y hay que preguntarse si se cuenta con suficiente ropa de abrigo para ello. ¿Tienen los niños sábanas de coralina cálidas y mullidas? ¿Necesitas quizás un nórdico un poco más grueso o uno algo más fino ahora que has cambiado el sistema de calefacción? Una solución podría ser un nórdico cuatro estaciones que se adapta a todas las circunstancias y temperaturas.
Con el año nuevo es el momento de hacer recuento y comprar todo lo que hace falta para acabar el invierno con la ropa de cama suficiente, sin pasar frío y con el mejor aspecto para el dormitorio. Incluso puedes comprar un par de juegos para guardar para el próximo invierno si ves que algunos de los que tienes ahora pueden pasar este año, pero no van a soportar más inviernos. Te recomendamos nuestras sábanas cien por cien algodón, que tienen una suavidad inimitable y que mantienen la cama siempre a la mejor temperatura.
Para los más frioleros las sábanas de franela de toda la vida pueden ser una excelente compra, evitando esa sensación de que al entrar en cama esta está totalmente helada, sino que se sentirá cálida y muy suave.
Fuera ropa de cama infantil, hola ropa de cama juvenil
Tal vez, estas navidades te has dado cuenta de que quién tú considerabas tu bebé ha dejado de serlo. Hace tiempo que no cree en los cuentos de hadas y, en cambio, ha comenzado a preguntar si el próximo año ya podrá salir a celebrar la Nochevieja con los amigos. Pero si miras su habitación sigue siendo la misma que hace unos años.
Cuesta aceptarlo pero el bebé, ya es más bien un adolescente y es el momento de que tenga una habitación que se corresponda con este cambio. Y tocará renovar toda su ropa de cama, incluidas las colchas y fundas nórdicas.
Deja a un lado las sábanas infantiles y escoge modelos alegres y coloridos, pero empieza a evitar los dibjos de sus personajes de animación, puede que ahora ya no le gusten tanto. Puedes dejar a un lado su colcha infantil y comprarle un edredón comforter, que le ayudará a dormir a la mejor temperatura y, a la vez, soportará bien que se tire sobre la cama a escuchar música y chatear con su teléfono.
No olvides cambiar también otros elementos de la habitación infantil, como pueden ser las cortinas y las alfombras. Si la habitación tiene su propio cuarto de baño, las toallas deben pasar a ser neutras, en colores actuales y alegres pero sin los elementos típicos de las toallas de baño infantiles.
Lava bien toda la ropa que esté todavía nueva, guárdala en bolsas protectoras y, no piedas las esperanza, ¿quién sabe? Tal vez dentro de mucho tiempo vuelvan a hacerle ilusión, pero para usarlas con sus propios hijos.