Un buen descanso es clave para cuidar de la salud y tener una buena calidad de vida. Entre los múltiples factores que influyen a la hora de conciliar un sueño de calidad, la comodidad en la cama es una de las más destacadas.
Al elegir un colchón, es importante que nos decantemos por un producto de calidad, que resulte cómodo y que esté diseñado de manera que preste un soporte adecuado, adaptado a la postura, con lo que conseguiremos el máximo confort y cuidaremos el cuerpo, particularmente la espalda.
Un colchón de calidad puede suponer una inversión considerable, por lo que es esencial tomar medidas para protegerlo y mantenerlo correctamente para que se mantenga en perfecto estado durante mucho tiempo.
¿Cómo proteger el colchón?
La protección del colchón debe comenzar en el momento en el que se utiliza por primera vez, ya que el objetivo es poner barreras que frenen su deterioro.
Algunas medidas son muy efectivas y pueden maximizar su vida útil.
Usa un protector de colchón o cubre colchón impermeable
El primer paso es usar protectores y fundas. Muchas personas aplican esta protección a varios niveles, incorporando una funda de colchón con cremallera y colocando sobre ella un cubre colchón impermeable.
Estas prendas actúan como barrera ante agentes externos como el polvo y los ácaros o manchas provocadas, por ejemplo, por el sudor.
Es importante prestar atención a los materiales de protectores y fundas, ya que deben ser transpirables y de buena calidad; de lo contrario puede que, en lugar de proteger el colchón, contribuyan a su deterioro.
Fundas y protectores se deben lavar con una frecuencia que puede variar dependiendo de la estación del año o de las necesidades particulares. En verano, por ejemplo, es importante lavar y ventilar la cama a menudo para evitar que se acumule la humedad.
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Ventila tu colchón con periodicidad
Dependiendo de las características de cada cama en particular, el clima de la zona, la estación del año y la orientación de cada hogar, tendrás que ventilar tu colchón con mayor o menor frecuencia.
Por ejemplo, si tu dormitorio tiende a acumular humedad, si la cama se encuentra a una altura muy baja o si el somier es una base tapizada sin espacio de ventilación, deberás prestar especial atención.
Para ventilar el colchón, en primer lugar, retira toda la ropa de cama. Abre ventanas de forma que circule una cierta corriente y coloca el colchón de forma que se airee. Por ejemplo, puedes colocarlo sobre uno de sus laterales y apoyarlo en un mueble, de manera que la base y la parte superior estén expuestas.
Pasadas un par de horas, puedes devolver el colchón a su posición original, idealmente aprovechando que lo has movido para voltearlo y girarlo.
Voltear y girar el colchón
Voltear el colchón implica cambiar su posición para colocar la cara que se encontraba en la base en la parte superior y viceversa. Esto suele recomendarse para evitar que una de las caras se deteriore de manera más acelerada que la opuesta.
Girarlo, en cambio, no supone cambiar la cara que se encuentra en la base, sino que se refiere a rotar la posición del colchón sin voltearlo, con lo que la parte que se encontraba a los pies pasa a estar en la cabecera y viceversa.
Los hábitos recomendables dependen también del tipo de colchón. Mientras que los colchones de muelles ensacados suelen ser reversibles –es decir, idénticos por las dos caras– y se benefician de ser girados y volteados para no perder firmeza, algunos colchones viscoelásticos, de espuma o híbridos tienen dos caras diferenciadas, por lo que puede no ser recomendable voltearlos pero sí girarlos.
¿Cuáles son los protectores de colchón?
El protector de colchón suele ser una funda de algodón que encaja a la perfección en el tamaño del colchón y que cierra con cremallera, mientras que el cubre colchón impermeable se suele ajustar con elásticos, como una sábana bajera, para resultar más fácil de poner y quitar y, por lo tanto, más cómoda de lavar.
¿Cómo guardar un colchón para que no se estropee?
Si tienes que guardar un colchón y evitar que se estropee, comienza por verificar que se encuentra perfectamente limpio y seco.
Protégelo adecuadamente con una funda resistente que evite que el polvo o la humedad lo dañen, evitando siempre los plásticos herméticos, que podrían hacer que se acumulase la humedad.
A la hora de almacenarlo, evita colocarlo en posición vertical, ya que podría hacer que se deformase, y escoge un lugar fresco y seco.
¿Cómo limpiar el protector del colchón?
Para lavar el cubre colchón y el protector, sigue las instrucciones del fabricante.
Por norma general, este tipo de fundas se pueden lavar sin problema a máquina y resultan muy sencillas de mantener.
Cuidar tu colchón es fácil, así que pon en práctica estos consejos para asegurarte un buen descanso por mucho más tiempo; proteges tu inversión y te garantizas noches de sueño reparador durante años.